Mi labor como docente es preparar a mis alumnos y alumnas para su vida, que se conviertan en la mejor versión de sí mismos, que participen como ciudadanos y ciudadanas para crear una sociedad más justa y por tanto respetuosa con la igualdad entre hombres y mujeres.
Son muchos los recursos que podemos usar en clase para ello, de los que he revisado me han gustado especialmente las "130 propuestas para la coeducación" y "El misterio del chocolate en la nevera". Me parecen muy prácticos y fáciles de incorporar a mi práctica diaria.
Cuando en cursos anteriores comencé a adentrarme en el mundo de la coeducación, había tres líneas fundamentales que debían guiar nuestra práctica; la visibilidad, la inclusión y la transversalidad. La visibilidad me parece fundamental ya que uno de los grandes problemas en la desigualdad de género ha sido la falta de presencia de la mujer en todos los ámbitos que se consideran de relevancia como las noticias, la historia, la ciencia, el éxito profesional, etc. No es que la mujer no haya estado presente, pero casi nunca queda luego reflejada y es difícil querer ser lo que no se puede ver. La inclusión porque cada actividad que planteemos debe tener en cuenta siempre a ambos géneros. Y la transversalidad para ir más allá de nuestra aula, salir de nuestro escenario y que nuestro mensaje llegue al resto de la comunidad educativa, desde otros compañeros y compañeras que sean más reacios a las familias con las que debemos trabajar unidos si queremos cumplir nuestros objetivos y avanzar.
Pero sobre todo, lo que hace más coeducativa mi práctica diaria debe ser mi propia manera de comportarme y de responder a cada situación a lo largo del curso, ya que más que aprender el mensaje que queremos transmitir, los niños y niñas nos aprenden a nosotros. Si en clase, día a día yo demuestro que la igualdad es una realidad y que para mí chicos y chicas pueden conseguir los mismos objetivos, expresar sus sentimientos, tener éxito en cualquier área, si cada día les demuestro que son ellos y ellas los que deben elegir su camino más allá de estereotipos, entonces mi práctica será educativa independientemente de los recursos y las actividades que desarrolle en clase.
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